Los
alimentos no lácteos no deben suministrar más del 50% de las calorías de la
dieta durante el primer año de vida, ya que de otra forma no se cubrirían las
necesidades de calcio. Se aconseja que durante todo el primer año la ingesta de
leche no sea nunca inferior a 500 centímetros cúbicos (cc) al día (incluyendo
productos lácteos como el yogur).
La
introducción de los alimentos nuevos debe ser siempre lenta y progresiva,
separando al menos 8 días la introducción de cada alimento diferente. De esta
forma, si aparece una intolerancia será fácil saber a qué alimento es debida.
Los
alimentos con gluten no se deben introducir antes de los 6 meses. Recordemos
que la enfermedad celíaca (intolerancia al gluten) es más frecuente en los
niños con síndrome de Down y que la introducción precoz del gluten se asocia a
formas más graves de enfermedad celíaca. (Alteraciones digestivas).